Followers

lunes, febrero 16, 2015

Las mariposas deben estar en pareja.
Si solo hay una, estaría muy sola.

¿Cómo es posible que después de tantos años tropiece una y otra vez con la misma piedra?

Yo sí creo en ese hilo rojo atado en el meñique que te une con esa persona destinada a ti.
¿Pero y si esa persona ha estado tan cerca de ti muchos años y el hilo que os une está tan revuelto y con tantos nudos que es imposible deshacerlo? 
¿Y si se rompe?





¿Cómo es posible que después de tanto años por fin seas capaz de abrazarme y mirarme de esa manera?

Yo sí creo en el cambio. Claro que creo. Y después de tantos años juntos por fin podemos decir que nos conocemos. Por fin podemos entablar una conversación. Por fin puedo ver que sonríes gracias a mi. Por fin veo que me miras de esa manera en que un hombre sabe mirar a una mujer. Veo que estás cambiando tu forma de pensar sobre mi. Ya no soy una más, soy especial, pero ya no sé hasta qué punto. 




¿Cómo es posible que aun con todo eso seas capaz de ignorarme cuando hay gente?

Sigo creyendo en el cambio, pero esta vez el cambio de personalidad. ¿Por qué cuando estamos solos eres ese chico tan agradable y atento y cuando hay gente que nos conoce eres el chico callado que va a su bola? Cuando no nos conocen eres capaz de darme abrazos y hasta de ser caballeroso dejándome tu chaqueta. ¿Acaso tienes vergüenza?




Tras casi veinte años por fin he podido ver cómo soy. Y no podría estar más orgullosa de mi misma. Soy trabajadora, entusiasta, soñadora, cariñosa, amable, solidaria... Pero hay momentos, como todo el mundo, en los que mi Yo Bueno y Racional se va de paseo por la nada y deja a mis Yo Oscuros al libre albedrío. 
Y últimamente pasa mucho. 

Con mi Yo dudoso y Obsesivo puedo ser capaz de centrarme tanto en algo que lo demás se me olvida, y me asusta. 
Y al estar tan obsesionada, pienso mucho en ello. Y me entran las dudas. Y las dudas van creciendo. Y crecen y crecen y pasan a mis sueños. 
¡Tal es la obsesión que sueño con ello!
Y luego despierto y no se distinguir lo que es realidad, lo que es sueño y lo que es mi deseo.
Al llegar a esa situación me frustro y mis sentimientos son como un perro que persigue su propia cola. 
Intento cada día salir de ese círculo vicioso pero es que al perro le gusta mucho jugar con su cola. 

Luego está mi Yo Rencoroso y Vengativo que me juega muy malas pasadas. Uno de mis lemas es "Haré como que perdono y no olvidaré". No estoy orgullosa de él. Pero me ha ayudado a aprender en quién confiar, en qué asuntos meterme y en cuáles mantenerme al margen. 

Mi Yo Manipulador es un gris oscuro. No llega a ser del todo negro, pero dependiendo del momento en el que me encuentre cambia de color, como esas piedras que "mágicamente cambian con el estado de ánimo".
Puedo conseguir lo que quiera de alguien con ciertos "pasos".
Y aunque no me guste, abuso mucho de este Yo. 

Mi Yo Nostálgico aparece TODOS los días. Le da por recordar algo del pasado y echarlo de menos. A veces se encierra tanto en ese recuerdo que no sabe dar un paso más. Hasta que el Yo Rencoroso y Vengativo aparece y le obliga a olvidarse. 

Y por último, en una esquina, está El Baúl. Todo acaba yendo ahí, generalmente lo bueno. A penas me acuerdo de las cosas que me han pasado. De mi infancia a penas tengo recuerdos. Ya no sé si es porque se metían mucho conmigo y mi cabeza ha decidido borrarlo o que tengo un problema. 


Después de todo esto, si me conoces, al mirarme, no veas solo a la chica morena de ojos negros que vive en su mundo de bolsas de alegría gratis y que va siempre riendo a todas partes y ayudando a todo el mundo. Intenta también pensar en todos esos Yo Oscuros. Porque así entonces llegarás a conocerme realmente.